Gracias a la colaboración de la galería Ponce + Robles, tuvimos la oportunidad de realizar una visita guiada muy especial a la exposición de Iñigo Navarro en el Museo Lázaro Galdiano. Contamos con la presencia del propio artista, que nos acompañó durante todo el recorrido y nos ayudó a descubrir los secretos de su obra.
La visita resultó muy amena, cercana y participativa. Desde el primer momento, Iñigo consiguió que nos adentrásemos en su universo creativo casi como si entráramos en un cuento: la sala estaba en penumbra, con las obras iluminadas, creando una atmósfera mágica y de juego.
La exposición parte precisamente del juego y de lo inesperado. Iñigo compartió su pasión por los perros y explicó cómo le gusta sorprender al espectador con elementos que invitan a la reflexión. Sus obras, ambientadas en paisajes y lugares bellos, esconden detalles que despiertan la curiosidad y plantean preguntas al observador.
El grupo se mostró muy interesado y participativo, formulando numerosas preguntas sobre el uso del color, las mezclas, los títulos de las piezas y la presencia de máscaras en algunas de las obras. Fue, en definitiva, una experiencia enriquecedora y llena de diálogo que nos permitió acercarnos al arte de una forma viva, curiosa y compartida.






