“Si la disolución de la banda terrorista ETA impide a los jueces considerar delito los homenajes a terroristas, habrá que reformar el Código Penal para que estos actos no queden impunes. No puede ser que, si hace diez años bailar un aurresku o entregar unas flores a un terrorista se consideraba una humillación a las víctimas, hacerlo ahora no cause el mismo dolor”.
La Fundación Villacisneros ha remitido una carta a los portavoces de los grupos de la oposición en la que les solicita que modifiquen los artículos correspondientes del Código Penal para adecuarlos a la nueva situación y evitar que los homenajes queden impunes “No pedimos que se condenen opiniones diferentes ni coartar la libertad de expresión, solo exigimos que el Estado defiende a las víctimas del terrorismo como es su obligación legal. Los actos dirigidos a enaltecer públicamente a quien ha quebrantado nuestro régimen de libertades con sus actos criminales no pueden ser tolerados, no lo decimos solo nosotros, lo afirmó el Tribunal Supremo en su sentencia 539/2008”.
“La proposición de Ley aprobada en el Congreso pone en bandeja a los Grupos demostrar quién continúa estando a favor de la Dignidad de las víctimas del terrorismo y de que se haga Justicia”
“Hemos remitido a los portavoces de los Grupos de oposición en el Congreso no solo la carta demandando su actuación en esta materia, sino que hemos adjuntado las modificaciones de los artículos correspondientes del Código Penal para lograr el objetivo de que estos actos no queden impunes. Creemos que con estos cambios no solo defenderemos nuestro Estado de Derecho, sino que cumpliremos con nuestra obligación de intentar que la Dignidad y la Justicia para con las víctimas del terrorismo se conviertan en papel mojado”.
Por último, la Fundación Villacisneros ha considerado que “La proposición de Ley de reforma del Código Penal aprobada ayer por los Grupos que apoyan el Gobierno para, entre otras, rebajar la pena por enaltecimiento, es una ocasión de oro para conocer cuáles son los que siguen tomándose en serio respetar la Memoria de las 856 víctimas del terrorismo nacionalista de ETA y los que ya se han olvidado por completo de ellas y les da igual traicionarles”.