El presidente de la Fundación Villacisneros, Iñigo Gómez-Pineda ha recibido de manos del escultor Víctor Ochoa la obra Zulo, dedicada a las víctimas del terrorismo. Esta escultura representa a un hombre desnudo sentado en el suelo que se abraza con desesperación a sus piernas.
El autor, según sus propias palabras, se inspiró para realizar su obra en la angustia de un secuestrado durante su tortura. Quiso mostrar su humillación, su miedo, el llanto y la rabia en ese cruel calabozo, lo que reflejó en su rostro, en su desnudez arrinconada, y a la vez quiso bañar toda la figura en Dignidad, Reposo, Esperanza,… porque quería que las víctimas y sus familiares pudieran, viéndola, huir hacia la serenidad.
Zulo será a partir de ahora el emblema de la fundación ya que, como ha manifestado Iñigo Gómez-Pineda, “representa a la perfección nuestra principal razón de ser: la defensa de España y de la libertad, encarnadas en el simbolismo y sacrificio de las víctimas del terrorismo”. A partir de este año, una réplica de zulo de menor tamaño será la escultura que se entregará a los galardonados anualmente con el Premio Fundación Villacisneros.