El miércoles 26 de marzo, invitada por la Fundación Villacisneros, la diputada del Partido Popular por Madrid y directora del área de internacional de la Fundación FAES, Cayetana Álvarez de Toledo, pronunció la conferencia “El momento político actual en España”.
Presentada por María San Gil, y por Iñigo Gómez-Pineda, patrona y presidente respectivamente de la Fundación Villacisneros, en su disertación, Álvarez de Toledo realizó un lúcido análisis de los problemas que acucian actualmente a nuestro país.
Tras una breve introducción en la que explicó qué en 2006 decidió dar el salto del periodismo a la política para asumir responsabilidades y pasar a la acción, Álvarez de Toledo destacó que cree firmemente en la vocación política entendida como un ejercicio de responsabilidad individual y en la capacidad de las personas de influir en los acontecimientos de los países y puso como ejemplo a María San Gil, dirigente carismática del Partido Popular Vasco, de la que hizo un encendido elogio, señalando que en España hacen falta políticos de su valía.
Cayetana Álvarez de Toledo manifestó su convicción de que nos encontramos en un momento determinante en el que la política es más importante que nunca y en el que los principios son imprescindibles. Haciendo mención expresa a la transición, consideró que los valores que se asentaron entonces para afianzar nuestra democracia se han ido deformando hasta forjarse un paradigma por el que el gran beneficiario de estos treinta últimos años ha sido el nacionalismo que se ha convertido en hegemónico ante la mirada impávida del resto de España.
En opinión de Álvarez de Toledo, los nacionalistas han traicionado desde el principio el pacto de la transición que consistió en llevar a cabo una descentralización política a cambio de lealtad constitucional. “Los nacionalistas nunca han sido leales”, manifestó.
Ante la situación en la que se encuentra actualmente España, Álvarez de Toledo, planteó que lo realmente relevante en este momento es lo que vamos a hacer nosotros. En su opinión tenemos dos opciones. La primera es pactar un nuevo acuerdo con los nacionalistas, lo que supone un acto de ingenuidad absoluta y la perpetuación y agravamiento de los problemas que hemos padecido hasta ahora. La segunda es reconocer que el paradigma se ha agotado y que es necesario formular uno nuevo que refuerce los principios y valores constitucionales como la libertad, la igualdad, la solidaridad. En otras palabras, derrotar ideológicamente al nacionalismo y buscar un nuevo horizonte para España. Para alcanzar este objetivo, Álvarez de Toledo considera imprescindible acabar con la sumisión moral hacia el nacionalismo y combatirlo en el plano de las ideas, lograr su deslegitimación. Y puso para ello el ejemplo de François Mitterand quién afirmó en su día que para Europa “el nacionalismo ha sido la guerra”, además de denunciar que los nacionalistas distorsionan la historia, desafían las leyes y homogenizan falsamente las sociedades negando el derecho a discrepar.
Cayetana Álvarez de Toledo reivindicó que hay que defender España porque es un Estado de Derecho, el único marco que nos puede garantizar la democracia y la libertad a todos los españoles por igual, el único que cuenta con las bases políticas y jurídicas que permiten garantizar la convivencia y la paz.
Por ello, considera que es necesario que se visualice la pluralidad de la sociedad, muy en especial en las comunidades como la vasca y la catalana controladas férreamente por los nacionalistas para lo cual cree que es necesario ofrecer una alternativa constitucionalista sólida y comprometida a quienes viven en esas comunidades y plantearse el objetivo de derrotar a los nacionalistas en las urnas a través de la unión democrática y transversal de los no nacionalistas. Álvarez de Toledo reconoció que es un reto difícil pero no imposible. “Es necesario plantar cara al nacionalismo con un gran proyecto político nacional entorno a los valores de la Constitución: inclusivo, moderno, global, valiente, que aborde definitivamente el modelo territorial y el papel de España en Europa y en el mundo”.
Por último, Álvarez de Toledo puso en valor la importancia de las personas, de las convicciones, de que la gente que esté en política diga la verdad, que suene a auténtica y destacó que “lo moral es lo eficaz” y que para ganar elecciones no hay que apartarse de los principios.